martes, 28 de enero de 2014

INVIERNO (II)

El invierno arrecia y el viento golpea  las cornisas y los tejados de esta ciudad a veces tan huérfana de humanidad, a veces tan lejos de ningún sitio. De repente, uno se sorprende a sí mismo hojeando viejos cuadernos:

(...)
Sucede que a veces 
estoy tan aniquilado emocionalmente
que juego a despistarme a mi mismo 
y a tomar un rumbo diferente a alguien
superando el vértigo el ciego el fracaso
y todo aquello que trajo a cuestas
la mirada del adiós.

(...)

Mientras tanto, Quique suena como si lo demás no importara, como si los demás no importaran. 


Serás afortunado si no deja de doler
Zahara


P.O.B
Enero 2014

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