lunes, 4 de julio de 2011

BANG!

He tenido la suerte de escribir los versos más tristes que tu boca pronunció, luego vino lo de dejarme ir entre calles llenas de silencio y prostíbulos sedientos. De todo quedó la nada y una vigilia a medio hacer que siempre me ronda. Los penúltimos nunca se fueron y esa es la razón de que cierre tantas calles. Yo sólo tenía que mover los labios para parir un poema, tú sólo tenías que cerrar las piernas para darme por vencido a la vida. Pero la vida está encabezando una revolución y una mujer está saliendo de tu vientre. Estás dejándote hacer al futuro, estás invirtiendo una tristeza que se hará de fuego para la carne. Mientras tanto superviso tus faltas e intento cuidarte a través del espejo público. Veo tu amor impregnando mi mejilla y mi mirada al vacío como queriendo congelar el tiempo. Van a pasar las modas y no voy a poder detener el ciego, pero yo seré fiel a tu ventana si algún día vuelves a creer en mi. Van a pasar las modas y tendré que pronunciar salmos en otras bocas, cobijar sueños en muchas camas, redimirme y someterme a la ley del deseo. 

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